La enfermedad es lo que entendemos como lo opuesto a la salud, es una alteración en el equilibrio de nuestro organismo, producido por una alteración física o mental. Para sentirnos bien, necesitamos que nuestro cuerpo funcione en sintonía, igual que lo hace una orquesta que está cuando todos sus componentes están bien sincronizados e interpretan una melodía de manera perfecta. Nuestro cuerpo es algo más que una máquina perfecta. Es algo tan complejo y sutil que cuando se altera ese equilibrio interno, resulta complicado volver a restaurarlo. La medicina científica (convencional) trata esos desajustes mediante compuestos químicos y cirugías, dirigidas a cortar el proceso de la enfermedad. Y aunque en ocasiones resultan efectivas sus terapias y se "pudiera" decir que curan, no podríamos decir que SANAN. Sanar y curar son dos términos muy diferentes que la gente suele aplicar para definir un mismo concepto, el de restablecer la salud después de una crisis. ¿Cuantas veces
La salud y la enfermedad, están separadas por una linea muy delgada que, hay que procurar no traspasar. Nuestro cuerpo necesita estar en sintonía con la mente. Eso se consigue cuando nuestra vida, transcurre en un entorno de armonía y equilibrio . . .