RELAJACIÓN:
A todos nos atrae la palabra relajación, pues estamos inmersos en la vorágine de un ritmo de vida apresurado. Y lo cierto es que no sabemos muy bien por qué y para qué . . . Resulta muy difícil salir de esta rueda que no cesa en su loco girar.
Las grandes ciudades son una fábrica incesante de producir estrés en las personas. Viven en recintos apilados como si fueran colmenas, respiran aire contaminado que altera su organismo a todos los niveles, sufren también contaminación acústica por los constantes ruidos que tiene que soportar, a causa de un tráfico enloquecido y del ambiente en general. Lo triste es que todo este caos ambiental en el que vive la mayoría de la gente, llega a resultarles "normal" y, el cerebro poco a poco va adaptándose a esa locura de entorno, hasta dejar de sentir o percibir ruidos, aire envenenado . . . Y la gente va acomodándose dentro de "confort" de sus decoradas casas, que no dejan de ser jaulas, (aunque sean de oro). El cerebro humano tiene una gran capacidad de adaptación, debido a su gran plasticidad, pero eso no quiere decir que no tenga que pagar un precio por el coste que le supone esa imposición a la que se le somete.
La "culpa" de esta integración tan generalizada del modo de vida actual que se lleva en las grandes ciudades, procede de los avances de la tecnología, la industria y la cultura en general. Que en algunos aspectos son maravillosos, pues han facilitado y ayudado a las personas a vivir más cómodas y con menos sufrimiento. Pero el desarrollo de este progreso ha evolucionado sin tener en cuenta la faceta animal que tiene el ser humano. Es como si reconocer que somos "animales" fuera un sacrilegio hacia la divinidad que nos creemos. Este concepto equivocado, lo fomentó la religión católica, que elevó al ser humano a la categoría de Dios, otorgándole un alma DIVINA. Con estas premisas a ver quien era capaz de pensar de si mismo que potencialmente es un animal. todos sabemos la influencia que la religión tuvo sobre la sociedad desde la Edad Media, así hemos llegado hasta nuestros días . . .
Sé que me he desviado del tema inicial que es la RELAJACIÓN, pero encuentro imprescindible a la hora de tratar un problema, abordar antes el motivo que lo causa. solo así, seremos capaces de comprenderlo en toda dimensión y quizás también a resolverlo de manera satisfactoria.
BENEFICIOS DE VIVIR EN CONTACTO DIRECTO CON LA NATURALEZA
Las personas que viven en grandes ciudades, han perdido ya esa percepción sensorial para distinguir la enorme diferencia que existe entre vivir en un entorno totalmente natural, en contacto con la tierra. Un medio rural, sin alteraciones urbanísticas, en vivienda a ras de suelo. Algo que ya nos parece prehistórico, pues el "`progreso" ha llevado a la gente a vivir colgados del cielo, eso impide que nos beneficiemos del enorme potencial curativo que tiene la Naturaleza. No es igual caminar por el asfalto, que hacerlo por un campo de tierra o hierba. Es sabido que en las viviendas en las que habitamos, se acumula grandes cargas de electricidad estática, que despiden los electrodomésticos, los diferentes materiales sintéticos que nos rodean.
Las grandes ciudades son una fábrica incesante de producir estrés en las personas. Viven en recintos apilados como si fueran colmenas, respiran aire contaminado que altera su organismo a todos los niveles, sufren también contaminación acústica por los constantes ruidos que tiene que soportar, a causa de un tráfico enloquecido y del ambiente en general. Lo triste es que todo este caos ambiental en el que vive la mayoría de la gente, llega a resultarles "normal" y, el cerebro poco a poco va adaptándose a esa locura de entorno, hasta dejar de sentir o percibir ruidos, aire envenenado . . . Y la gente va acomodándose dentro de "confort" de sus decoradas casas, que no dejan de ser jaulas, (aunque sean de oro). El cerebro humano tiene una gran capacidad de adaptación, debido a su gran plasticidad, pero eso no quiere decir que no tenga que pagar un precio por el coste que le supone esa imposición a la que se le somete.
La "culpa" de esta integración tan generalizada del modo de vida actual que se lleva en las grandes ciudades, procede de los avances de la tecnología, la industria y la cultura en general. Que en algunos aspectos son maravillosos, pues han facilitado y ayudado a las personas a vivir más cómodas y con menos sufrimiento. Pero el desarrollo de este progreso ha evolucionado sin tener en cuenta la faceta animal que tiene el ser humano. Es como si reconocer que somos "animales" fuera un sacrilegio hacia la divinidad que nos creemos. Este concepto equivocado, lo fomentó la religión católica, que elevó al ser humano a la categoría de Dios, otorgándole un alma DIVINA. Con estas premisas a ver quien era capaz de pensar de si mismo que potencialmente es un animal. todos sabemos la influencia que la religión tuvo sobre la sociedad desde la Edad Media, así hemos llegado hasta nuestros días . . .
Sé que me he desviado del tema inicial que es la RELAJACIÓN, pero encuentro imprescindible a la hora de tratar un problema, abordar antes el motivo que lo causa. solo así, seremos capaces de comprenderlo en toda dimensión y quizás también a resolverlo de manera satisfactoria.
BENEFICIOS DE VIVIR EN CONTACTO DIRECTO CON LA NATURALEZA
Las personas que viven en grandes ciudades, han perdido ya esa percepción sensorial para distinguir la enorme diferencia que existe entre vivir en un entorno totalmente natural, en contacto con la tierra. Un medio rural, sin alteraciones urbanísticas, en vivienda a ras de suelo. Algo que ya nos parece prehistórico, pues el "`progreso" ha llevado a la gente a vivir colgados del cielo, eso impide que nos beneficiemos del enorme potencial curativo que tiene la Naturaleza. No es igual caminar por el asfalto, que hacerlo por un campo de tierra o hierba. Es sabido que en las viviendas en las que habitamos, se acumula grandes cargas de electricidad estática, que despiden los electrodomésticos, los diferentes materiales sintéticos que nos rodean.